La adoración del Ama es una labor sumamente placentera para la lengua del sumiso. Toda la piel del Ama es adorable, siempre que Ella lo ordene. Sus axilas por ejemplo, lamerlas es un gesto de respeto y adoración y para el Ama una sensación de frescura y un efecto hidratación.
Lamer su Ano es otra de las sensaciones maravillosas para la lengua del perrito. Introducir la lengua despacio, entre sus gluteos, buscando su agujero y después empezar a mover la lengua, saboreando sus rincones y sintiendote como una toallita refrescante...ummmm.... cada vez voy apretando más la lengua en su agujerito, hasta que el Ama dice basta... Podría estar toda la tarde lamiendo su culo. Cuando he tenido Ama lo he hecho con devoción.
También están las manos, sobre todo después de azotarme, tienen que estar doloridas y cansadas, que menos que las lamidas devotas de su perrito.
Además están sus pies, deliciosos, mi lengua recorría su superficie desde los dedos hasta el tobillo, lamiendo y relamiendo su talone, su empeine, la planta del pie, los dedos y los espacios entre los dedos. Si tuviera Ama cuando llegase de la calle me arrodillaría ante ella y comenzaría a lamer sus pies...se merecen todo el descanso y cariño del perrito.
Finalmente está el Sexo de la Ama, sólo cuando ella lo ordene. Un trabajo en el que el perro debe mostrar todo lo puta que es para que su gozo sea el mayor posible.
