jueves, 29 de septiembre de 2011

Cunnilingus.

Cuando lamía la vagina de mi Ama lo hago con total entrega y teniendo muy claro que sólo busco un objetivo: Su placer. Lamo despacio, primero los labios, recorriendo con mi lengua su superficie. 
 
Luego me acerco a su clítoris, lo rozo, bajo un poco para notar la humedad que sale de su vagina y vuelto a lamerlo un poco. Cuando veo que mi Ama se encontraba más excitada optaba por meter la lengua dentro de sus labios y sentir el sabor salado y espeso de sus jugos. Mi lengua se va moviendo más rápido, bucea dentro de Ella y saliendo a la superficie a lamer el clítoris.
 
Notaba cuando empiezan a vibrar sus músculos interiores y acaba corriéndose. Entonces se lenvanta y se iba al baño. El perrito ha cumplido su misión.

A sus pies Ama.

martes, 13 de septiembre de 2011

Fuerza.

Cuando estoy con mi Ama (mejor dicho estaba) una simple palabra suya servía para demostrar quien tenía la fuerza. Nada importa que sea más alto o más fuerte, en el momento que estoy delante del Ama pierdo toda la voluntad que pueda tener y me convierto en una marioneta a su servicio.

No necesitaba mi Ama, atarme. La primera vez lo hizo, pero luego ya no lo necesitó para estar completamente segura de mi actitud. Sumiso, entregado, sin atreverme a mover un dedo sin su permiso. Su actidud es la de un Ama, segura y altiva, sometedora y que sabe controlar a su perro.
Ser Ama es una aptitud, hay que valer para ello. No todas las mujeres pueden serlo. Simplemente es un sentimiento. El Ama se siente a gusto dominando a su perrito y eso hace que una sesión sea algo maravilloso. Habrá quien diga que es chulería, pero para mi es simplemente la satisfacción de las cosas como deben ser.